Son ahora los alumnos de 1º los que recrean cuentos que ya existen.
Hemos leído varios de la colección El Conde Lucanor.
Tenían que elegir entre dos moralejas:
- “En esta vida la mejor herencia es aplicar trabajo y diligencia”
- "Cumplido con el deber, el descanso es un placer"
Cada uno hizo su propia interpretación de estos versos.
He aquí dos ejemplos:
DE LO QUE LE PASÓ A UNOS HIJOS CON LA HERENCIA DE SU PADRE.
El
Conde Lucanor habló con Patronio y le dijo que su padre le había dejado toda su
herencia a sus hermanas y a él no le había dejado nada. Le pidió consejo para
saber si debía luchar por su herencia.
¡Así, no! |
Patronio
le contó este cuento: Había
una familia de tres hermanos, que al morir su padre heredaron una gran
fortuna. Al mayor le dejó una finca de 1000 has valoradas en 500 millones
de euros. Al segundo le dejó varias mansiones y edificios, que valían unos 300
millones de euros y al pequeño solo le dejó una pequeña tienda que no valía
casi nada. Los dos mayores lo vendieron todo y se gastaron todo el dinero en
fiestas y en caprichos. El pequeño se puso a trabajar en la tienda de día y de
noche hasta que consiguió tener muchos clientes y mucho dinero. Estaba muy
feliz porque con esfuerzo y trabajo había conseguido vivir sin que le faltara
de nada. Tenía más dinero que sus hermanos a pesar de no haber tenido una gran
herencia.
Por
lo tanto - dijo Patronio - vos, señor conde, debéis tener en cuenta
que la mejor herencia de una persona es su trabajo y esfuerzo y no lo que pueda
heredar y, como don Juan Manuel vio que este ejemplo era bueno, lo mandó
escribir en este libro con unos versos que dicen así :
“En
esta vida la mejor herencia es aplicar trabajo y diligencia”
ANDRÉS URBINA (1º B)
ANDRÉS, EL NIÑO ESTUDIOSO
Andrés habló un día con su madre, que era su mejor amiga, y le
dijo que tenia miedo de que lo criticaran algunos niños por ser tan
obediente y estudioso. Su madre le dio un consejo contándole un cuento.
"Había una vez, un grupo de amigos que iban al colegio, siempre iban sin ganas de estudiar y de trabajar, ńo hacían las tareas, no respetaban a los profesores, ńo obedecían a los padres y siempre andaban molestando y riéndose de los demás niños que se recogían más temprano para hacer las tareas, estudiar, se reían cuando participaban en clase y se preocupaban por su educación. Cuando pasaron los años los niños que se reían de los demás y no se esforzaron, tuvieron que ponerse a trabajar haciendo las peores tareas que había.
Y los
niños que se esforzaron, cumplieron con su deber y el descanso fue un placer."
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