COMENTARIO
DE TEXTO LITERARIO: “LA IMAGEN RESPETADA POR EL INCENDIO”.
El poema que nos
disponemos a analizar, conocido como La imagen respetada por el incendio
pertenece al mester de clerecía que se desarrolla entre los siglos XIII y XIV,
en plena Edad Media. Se caracteriza por ser de índole religiosa, llevado a cabo
por hombres doctos y sabios, destacar por su función didáctica y moralizante,
además del uso sencillo de la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo.
Su autor es Gonzalo de
Berceo (primer poeta castellano de nombre conocido) y se incluye en su obra más
importante Milagros de Nuestra Señora.
Pertenece al género narrativo, escrito en verso y consta de un narrador
omnisciente que cuenta los hechos teniendo conocimiento de todo, siendo así la
postura del autor objetiva, pues nos narra sin involucrar su persona, el
milagro acontecido.
El fragmento describe
como se incendia el monasterio de San miguel de la Tumba y como por obra de
dios, la imagen de la virgen, su hijo y aquellos enseres que la rodean se
libran de las llamas, el humo o daño alguno. Esto se consideró un milagro
siendo recordado a lo largo del tiempo, convirtiendo y salvando incluso las
almas de algunos no creyentes que terminan por convertirse al cristianismo. Por
todo esto podemos decir que el tema principal que ronda el poema es el milagro,
la salvación o gracia de Dios.
Centrándonos ahora en el
estudio de la estructura, cabe decir que a nivel externo el poema se divide en
trece estrofas que se agrupan en las diferentes partes de la estructura interna
en función de la división lógica del contenido. Esta división constaría de tres
partes principales. Una primera parte o introducción, en la que el poeta sitúa
la acción (en el monasterio) y nos pone en situación (donde se encuentra la
imagen, que la rodea, en qué circunstancias…) esta corresponde con las dos
primeras estrofas. Una segunda se
correspondería con el desarrollo; es decir, describe el incendio y todo lo que
le acontece, además del milagro que obra la virgen sobre las llamas, esta parte
la formarían las nueve estrofas siguientes. Por último, encontraríamos una
parte final a modo de conclusión donde queda reflejado que este hecho se
considera desde entonces un milagro y expresa como influye sobre la sociedad
del momento. Por lo tanto, como el poema presenta una unidad temática y está
bien estructurado, podemos decir que es coherente.
Analizaremos ahora los
planos: fónico, morfosintáctico y léxico-semántico de forma conjunta para así
llegar a un análisis del contenido partiendo de la forma.
Comenzando por el plano
fónico, iniciaremos dicho análisis comentando las principales características
de la métrica de la obra. Esta emplea una técnica novedosa y llamativa con
respecto al periodo anterior, conocida como cuaderna vía o tetrástrofo
monorrimo; es decir, usa estrofas de cuatro versos alejandrinos con igual rima
consonante. (Ej. Colgaba por delante un buen aventadero/ en el seglar lenguaje
dícese moscadero). Aunque si es verdad que las rimas son diferentes para cada
estrofa y que también se emplean otro tipo de licencias métricas como la
dialefa, necesaria para que coincida el cómputo silábico de los versos. (Ej.
San Miguel de la Tumba es un gran monasterio) o
para que coincida mediante la intervención de pausas, usando los signos
de puntuación. (Ej. El mar lo cerca todo, él yace solo en medio).
La entonación es
enunciativa y con ritmo algo monótono (debido al tipo de rima empleada), cuya
función es narrar y transmitir este acontecimiento a los lectores. Dicha
característica es observable en prácticamente la totalidad de la obra.
Además, en este nivel
podemos encontrar algún que otro recurso literario, como es el caso de la
similicadencia, en el cual se emplean palabras con el mismo accidente
gramatical. (Ej. El niño muy hermoso, y hermosa la Doncella). O también la
paranomasia, se colocan cercanos dos vocablos semejantes. (Ej. Las palabras,
pescado y costado).
Pasando ahora al
análisis morfosintáctico, decir que destaca el uso de un vocabulario culto pero
sencillo a su vez pues su intención es adoctrinar a un público inculto. Se
emplean verbos en tiempos pasados al tratarse de una narración. (Ej. Estaba,
tenía, cayó, ardieron, tuvieron…), aunque el estilo es nominal pues predominan
los sustantivos y adjetivos sensoriales, al ser necesarios para la descripción
de sucesos, objetos, etc. (Ej. Buena, monasterio, sagrados, fuego…). Además,
los determinantes que acompañan a los sustantivos son en su mayoría artículos
definidos. El lenguaje como ya se ha comentado con anterioridad es en parte
monótono aunque en él llaman la atención ciertos términos que son poco
convencionales, al menos actualmente. (Ej. Do, refiriéndose a dónde/
aventadero, sinónimo de abanico o mosquitero/ lacerio, refiriéndose a pobreza o
miseria/ maravella en lugar de maravilla). Y también otras palabras procedentes
del latín. (Ej. Continens et contentu, lo de dentro y lo de fuera). También hay
que tener en cuenta que, cada vez que se habla sobre la virgen, las palabras
usadas para hacerle referencia comienzan por mayúscula. (Ej. Ella, Doncella,
Reina…)
En este nivel podemos
incluir también el estudio de algunas figuras retóricas como:
-
Elipsis, se suprimen palabras innecesarias. (Ej. Era muy bien
tallada de una labor muy fina; refiriéndose a la imagen de la virgen)
-
Asíndeton, se suprimen las conjunciones copulativas. (Ej.
Colgaba por delante un buen aventadero/ en el seglar lenguaje dícese
moscadero;/con alas de pavones lo había hecho el obrero:/ lucía como estrella,
semejante a lucero)
-
Anáfora, se repite una palabra (ni) al comienzo de varios
versos. (Ej. Ni ardió la imagen, ni el abanico bello/ ni tan siquiera el humo
se atrevió a llegar a ello)
-
Epíteto, el adjetivo expresa una cualidad ya incluida en el
nombre. (Ej. Fuego tan fuerte y tan quemante)
-
Hipérbaton, se altera el orden de las palabras en los versos.
(Ej. Que ni el humo ni el fuego llegaran hasta Ella)
Estas figuras entre
otras, se relacionan complementándose entre sí para darle cohesión al poema.
Analizando al fin el nivel
léxico-semántico decir que pertenece a un registro lingüístico culto aunque
moderado, donde predomina la denotación de las palabras a pesar de aparecer
alguna que otra metáfora con sentido connotativo. En el podemos encontrar
campos semánticos como el de las distintas estructuras de una construcción de
la Edad Media (el monasterio en este caso), (Ej. Vigas, gateras, cabrios,
cumbrales…). O también el campo semántico de los ornamentos empleados en la eucaristía.
(Ej. Vinajeras, cálices y ciriales…). Al tratarse de una obra narrativa, consta
de los elementos típicos de la narración, el lugar es el monasterio, el momento
según las aclaraciones del texto fue el 25 de abril de 1112 y el narrador es el
poeta, la historia ya se ha expuesto al estudiar el argumento aunque no podemos
analizar a los personajes pues en esta obra en concreto no se presenta ninguno.
Dentro de este plano
podemos incluir figuras como:
-
Enumeración, se describe la realidad enumerando sustantivos.
(Ej. Ardieron los armarios y todos los frontales,/ las vigas, las gateras, los
cabrios, los cumbrales)
-
Personificación, se atribuye una cualidad humana a un objeto
inanimado. (Ej. Encima rica toca en lugar de cortina; rica es la persona, pero
no la toca que la cubre/ incendiose la iglesia por los cuatro costados; la
iglesia tiene muros, pero no costados)
-
Metáfora, se identifican dos términos a partir de la relación
que el autor ha establecido entre ellos. (Ej. Algún malo, por él, al bien fue
convertido)
Para cerrar este nivel
comentar que como el poema se adapta a una situación comunicativa, cumple una
función narrativa y pertenece a un registro determinado, podemos decir que es
adecuado.
Por último y para
concluir este comentario, es necesario indicar que tanto el autor como la obra
en sí, están bajo la influencia artística, cultural y social de la época (en
esta caso, la Edad Media), desarrollándose el mester de clerecía de forma
paralela al mester de juglaría, aunque a pesar de su voluntad de oposición a
este último, las diferencias entre ambos mesteres no son tajantes. Vemos esta
relación porque la obra encaja con las características principales de este
periodo de la historia, porque el tema que trata es claramente un recurso de
dicho momento (religión, más concretamente los milagros) y porque presenta los
elementos y características propias de toda obra narrativa. Además desde el
punto de vista textual cumple con las bases que generalmente poseen todas las
obras: cohesión, adecuación y coherencia temática. Apoyándose para explicar
esto, en el empleo de una estructura determinada (propia de la narración), una
métrica novedosa y llamativa, entonación enunciativa, vocabulario sencillo
aunque de registro culto y una red de tropos y figuras retóricas que consiguen
el propósito de Gonzalo de Berceo: hacerse comprender mejor por las gentes
sencillas.
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