¡Se graduaron mis niñ@s!
¿Cómo serán los que llegan?
Es inevitable la comparación, pero pronto les tomo tanto cariño que se convierten en mis otros niñ@s.
Cada principio de curso es un alumbramiento doloroso, pero ilusionante, emocionante,...y el primer trimestre, un período de adaptación recíproca. El curso avanza y vamos conociéndonos. El final es glorioso.
¡Vale la pena el esfuerzo!