domingo, 12 de enero de 2014

Milagros de Nuestra Señora

Aquí os dejo un ejemplo de Comentario de texto literario, realizado por una compañera de 1º de Bchto. A. Mª José García Marcelo. Espero que os sirva de ayuda.

COMENTARIO DE TEXTO LITERARIO: “LA IMAGEN RESPETADA POR EL INCENDIO”.
El poema que nos disponemos a analizar, conocido como  La imagen respetada por el incendio pertenece al mester de clerecía que se desarrolla entre los siglos XIII y XIV, en plena Edad Media. Se caracteriza por ser de índole religiosa, llevado a cabo por hombres doctos y sabios, destacar por su función didáctica y moralizante, además del uso sencillo de la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo.
Su autor es Gonzalo de Berceo (primer poeta castellano de nombre conocido) y se incluye en su obra más importante Milagros de Nuestra Señora. Pertenece al género narrativo, escrito en verso y consta de un narrador omnisciente que cuenta los hechos teniendo conocimiento de todo, siendo así la postura del autor objetiva, pues nos narra sin involucrar su persona, el milagro acontecido.
El fragmento describe como se incendia el monasterio de San miguel de la Tumba y como por obra de dios, la imagen de la virgen, su hijo y aquellos enseres que la rodean se libran de las llamas, el humo o daño alguno. Esto se consideró un milagro siendo recordado a lo largo del tiempo, convirtiendo y salvando incluso las almas de algunos no creyentes que terminan por convertirse al cristianismo. Por todo esto podemos decir que el tema principal que ronda el poema es el milagro, la salvación o gracia de Dios.
Centrándonos ahora en el estudio de la estructura, cabe decir que a nivel externo el poema se divide en trece estrofas que se agrupan en las diferentes partes de la estructura interna en función de la división lógica del contenido. Esta división constaría de tres partes principales. Una primera parte o introducción, en la que el poeta sitúa la acción (en el monasterio) y nos pone en situación (donde se encuentra la imagen, que la rodea, en qué circunstancias…) esta corresponde con las dos primeras estrofas.  Una segunda se correspondería con el desarrollo; es decir, describe el incendio y todo lo que le acontece, además del milagro que obra la virgen sobre las llamas, esta parte la formarían las nueve estrofas siguientes. Por último, encontraríamos una parte final a modo de conclusión donde queda reflejado que este hecho se considera desde entonces un milagro y expresa como influye sobre la sociedad del momento. Por lo tanto, como el poema presenta una unidad temática y está bien estructurado, podemos decir que es coherente.
Analizaremos ahora los planos: fónico, morfosintáctico y léxico-semántico de forma conjunta para así llegar a un análisis del contenido partiendo de la forma.
Comenzando por el plano fónico, iniciaremos dicho análisis comentando las principales características de la métrica de la obra. Esta emplea una técnica novedosa y llamativa con respecto al periodo anterior, conocida como cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo; es decir, usa estrofas de cuatro versos alejandrinos con igual rima consonante. (Ej. Colgaba por delante un buen aventadero/ en el seglar lenguaje dícese moscadero). Aunque si es verdad que las rimas son diferentes para cada estrofa y que también se emplean otro tipo de licencias métricas como la dialefa, necesaria para que coincida el cómputo silábico de los versos. (Ej. San Miguel de la Tumba es un gran monasterio) o  para que coincida mediante la intervención de pausas, usando los signos de puntuación. (Ej. El mar lo cerca todo, él yace solo en medio).
La entonación es enunciativa y con ritmo algo monótono (debido al tipo de rima empleada), cuya función es narrar y transmitir este acontecimiento a los lectores. Dicha característica es observable en prácticamente la totalidad de la obra.
Además, en este nivel podemos encontrar algún que otro recurso literario, como es el caso de la similicadencia, en el cual se emplean palabras con el mismo accidente gramatical. (Ej. El niño muy hermoso, y hermosa la Doncella). O también la paranomasia, se colocan cercanos dos vocablos semejantes. (Ej. Las palabras, pescado y costado).
Pasando ahora al análisis morfosintáctico, decir que destaca el uso de un vocabulario culto pero sencillo a su vez pues su intención es adoctrinar a un público inculto. Se emplean verbos en tiempos pasados al tratarse de una narración. (Ej. Estaba, tenía, cayó, ardieron, tuvieron…), aunque el estilo es nominal pues predominan los sustantivos y adjetivos sensoriales, al ser necesarios para la descripción de sucesos, objetos, etc. (Ej. Buena, monasterio, sagrados, fuego…). Además, los determinantes que acompañan a los sustantivos son en su mayoría artículos definidos. El lenguaje como ya se ha comentado con anterioridad es en parte monótono aunque en él llaman la atención ciertos términos que son poco convencionales, al menos actualmente. (Ej. Do, refiriéndose a dónde/ aventadero, sinónimo de abanico o mosquitero/ lacerio, refiriéndose a pobreza o miseria/ maravella en lugar de maravilla). Y también otras palabras procedentes del latín. (Ej. Continens et contentu, lo de dentro y lo de fuera). También hay que tener en cuenta que, cada vez que se habla sobre la virgen, las palabras usadas para hacerle referencia comienzan por mayúscula. (Ej. Ella, Doncella, Reina…)
En este nivel podemos incluir también el estudio de algunas figuras retóricas como:
-          Elipsis, se suprimen palabras innecesarias. (Ej. Era muy bien tallada de una labor muy fina; refiriéndose a la imagen de la virgen)
-          Asíndeton, se suprimen las conjunciones copulativas. (Ej. Colgaba por delante un buen aventadero/ en el seglar lenguaje dícese moscadero;/con alas de pavones lo había hecho el obrero:/ lucía como estrella, semejante a lucero)
-          Anáfora, se repite una palabra (ni) al comienzo de varios versos. (Ej. Ni ardió la imagen, ni el abanico bello/ ni tan siquiera el humo se atrevió a llegar a ello)
-          Epíteto, el adjetivo expresa una cualidad ya incluida en el nombre. (Ej. Fuego tan fuerte y tan quemante)
-          Hipérbaton, se altera el orden de las palabras en los versos. (Ej. Que ni el humo ni el fuego llegaran hasta Ella)
Estas figuras entre otras, se relacionan complementándose entre sí para darle cohesión al poema.
Analizando al fin el nivel léxico-semántico decir que pertenece a un registro lingüístico culto aunque moderado, donde predomina la denotación de las palabras a pesar de aparecer alguna que otra metáfora con sentido connotativo. En el podemos encontrar campos semánticos como el de las distintas estructuras de una construcción de la Edad Media (el monasterio en este caso), (Ej. Vigas, gateras, cabrios, cumbrales…). O también el campo semántico de los ornamentos empleados en la eucaristía. (Ej. Vinajeras, cálices y ciriales…). Al tratarse de una obra narrativa, consta de los elementos típicos de la narración, el lugar es el monasterio, el momento según las aclaraciones del texto fue el 25 de abril de 1112 y el narrador es el poeta, la historia ya se ha expuesto al estudiar el argumento aunque no podemos analizar a los personajes pues en esta obra en concreto no se presenta ninguno.
Dentro de este plano podemos incluir figuras como:
-          Enumeración, se describe la realidad enumerando sustantivos. (Ej. Ardieron los armarios y todos los frontales,/ las vigas, las gateras, los cabrios, los cumbrales)
-          Personificación, se atribuye una cualidad humana a un objeto inanimado. (Ej. Encima rica toca en lugar de cortina; rica es la persona, pero no la toca que la cubre/ incendiose la iglesia por los cuatro costados; la iglesia tiene muros, pero no costados)
-          Metáfora, se identifican dos términos a partir de la relación que el autor ha establecido entre ellos. (Ej. Algún malo, por él, al bien fue convertido)
Para cerrar este nivel comentar que como el poema se adapta a una situación comunicativa, cumple una función narrativa y pertenece a un registro determinado, podemos decir que es adecuado.

Por último y para concluir este comentario, es necesario indicar que tanto el autor como la obra en sí, están bajo la influencia artística, cultural y social de la época (en esta caso, la Edad Media), desarrollándose el mester de clerecía de forma paralela al mester de juglaría, aunque a pesar de su voluntad de oposición a este último, las diferencias entre ambos mesteres no son tajantes. Vemos esta relación porque la obra encaja con las características principales de este periodo de la historia, porque el tema que trata es claramente un recurso de dicho momento (religión, más concretamente los milagros) y porque presenta los elementos y características propias de toda obra narrativa. Además desde el punto de vista textual cumple con las bases que generalmente poseen todas las obras: cohesión, adecuación y coherencia temática. Apoyándose para explicar esto, en el empleo de una estructura determinada (propia de la narración), una métrica novedosa y llamativa, entonación enunciativa, vocabulario sencillo aunque de registro culto y una red de tropos y figuras retóricas que consiguen el propósito de Gonzalo de Berceo: hacerse comprender mejor por las gentes sencillas. 

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