domingo, 19 de enero de 2014

"Lo que sucedió a un hombre que cazaba perdices"

En esta ocasión podremos leer el comentario que ha realizado otro alumno de 1º Bchto. A, Francisco José Ponce. Puede serviros para repasar. 
Se trata del Cuento XIII  del libro de D. Juan Manuel que lleva por título El conde Lucanor

 "Lo que sucedió a un hombre que cazaba perdices"
Hablaba otra vez el conde Lucanor con Patronio, su consejero, y díjole así:
-Patronio, algunas personas muy importantes, y también otras que no lo son tanto, me hacen daño a veces en mi hacienda o en mis vasallos y, cuando me ven, me dicen que les pesa mucho y que lo hicieron obligados por la necesidad y porque no podían en aquel momento hacer otra cosa. Como quiero saber qué conducta seguir cuando tales cosas me sucedan, os ruego que me digáis qué pensáis de esto.
-Señor conde Lucanor -respondió Patronio-, lo que os pasa y os preocupa tanto se parece mucho a lo que sucedió a un hombre que cazaba perdices.
El conde le rogó que se lo contara.
-Señor conde -dijo Patronio-, un hombre puso redes a las perdices y, cuando cayeron, se llegó a ellas y, conforme las iba sacando, las mataba a todas. Mientras hacía esto le daba el viento en la cara con tanta fuerza, que le hacía llorar. Una de las perdices que aún estaba viva empezó a decir a las que quedaban dentro de la red:
-Ved, amigas, lo que hace este hombre, que, aunque nos mata, nos compadece y llora por eso.
Otra perdiz, que por ser más sabia que la que hablaba no cayó en la red, le dijo desde fuera:
-Amiga, mucho le agradezco a Dios el haberme guardado del que quiere matarme o hacerme daño y simula sentirlo.
Vos, señor conde Lucanor, guardaos siempre del que os perjudica y dice que le pesa; pero si alguien os perjudica involuntariamente y el daño o pérdida no fuera mucho, y esa persona os hubiera ayudado en otra ocasión o hecho algún servicio, yo os aconsejo que en este caso disimuléis, siempre que ello no se repita tan a menudo que os desprestigie o lesione mucho vuestros intereses. De otra manera, debéis protestar con tal energía que vuestra hacienda y vuestra honra queden a salvo.
El conde tuvo por buen consejo éste que le daba Patronio, lo puso en práctica y le fue muy bien. Viendo don Juan que este cuento era muy bueno, lo mandó poner en este libro y escribió unos versos que dicen así:
Procúrate siempre muy bien guardar
del que al hacerte mal muestra pesar.

COMENTARIO DE TEXTO 

El siguiente texto, el cual se trata de un fragmento, está englobado dentro de la obra de Don Juan Manuel  El conde Lucanor.  
Se trata de una de los cuentos didácticos que el autor incluye en su obra. Al ser un cuento es evidente que el género principal al que pertenece es la narrativa; aunque también podría incluirse en el de la didáctica, ya que la intención del autor es transmitir una enseñanza mostrando consejos morales. Debido a esto, el subgénero al que pertenece se llama apólogo.
Juan Manuel usa la prosa como forma de expresión y dentro de este escrito podemos observar la existencia de narración (principalmente en los relatos de Patronio) y diálogos (entre Patronio y el conde Lucanor, y alguno también en las fábulas del criado).
Obviamente, se trata de un relato de carácter fantástico, debido a que el conde Lucanor y su criado no existieron en la realidad, y los cuentos, tampoco, ya que son recopilaciones de historias latinas o de la Biblia. Además, las historias están narradas de forma objetiva.
En cuanto al argumento de esta obra, se resume en la existencia de un problema para el conde con unos hombres que le hacen daño y luego se arrepienten de ello, mientras que él no sabe cómo tratarlos. Patronio le cuenta un ejemplo que le ocurrió a un hombre cuando cazaba perdices. Este las atrapó en una red y debido al viento tenía lágrimas en los ojos. Unas creían que no las quería matar pero tenía que  hacerlo, y por eso lloraba; mientras que otra, la más sabia, daba gracias a Dios de no haber caído en la red y rezaba para que ni ella ni sus amigas cayeran en un futuro. Como al conde le sirve el consejo de su sirviente, decide escribirlo en un libro y añadir una moraleja, la cual lo resume y corresponde con el tema del fragmento, que sería que nos alejemos de las personas que nos hacen daño aún mostrando pena por ello.
En cuanto a la estructura; de forma interna se aprecian cuatro partes, una primera en la que el conde Lucanor le cuenta a Patronio lo que le sucede y le pide consejo, una segunda donde el consejero le narra una historia a su amo relacionada con su problema, una tercera donde el conde aplica las enseñanzas de la historia de su consejero y una cuarta donde se resume dichas enseñanzas en unos versos, los cuales constituyen la moraleja de la historia. De forma externa, se divide en varios párrafos más un pareado existente al final en el que se encuentra la moraleja de la historia; y además, la historia que cuenta Patronio también se puede dividir en partes, una introducción desde la línea 10 a la 13, un nudo entre las líneas 13 y 17, y la conclusión que va desde la línea 18 a la 22.

Ahora vamos a estudiar un poco más a fondo el texto, dividiéndolo en niveles o planos:
·         Plano métrico. La métrica existente en este poema se encuentra en las dos últimas líneas, de arte mayor, que forman un pareado con rima consonante.
·      Plano fónico-fonológico. La entonación del texto es enunciativa en varias partes del diálogo (‘’Porque querría saber…..pensáis de ello’’) y tranquila y suave, debido a su intención de manifestar una enseñanza de forma clara. En cuanto a las figuras retóricas de este plano, se observa similicadencia en la línea 6 ("os ruego que me digáis lo que pensáis"), dándose por la presencia de la segunda persona del plural.
·         Plano morfosintáctico. El estilo es sencillo y hace que el texto sea fácil de entender, ya que está dirigido a gente pobre y con poco nivel cultural. En el cuento de Patronio predominan los verbos, principalmente en pretérito perfecto simple; mientras que en el resto de la historia predominan los sustantivos ("perdices, hacienda, enojos,..."), aunque también hay verbos, normalmente en presente ("son"). Estas son características de textos narrativos como este. Esto nos dice que existe un equilibrio entre el número de verbos y sustantivos de todo el texto. 
      Las oraciones son coordinadas y las hay largas y cortas, como las de las líneas 16 y 17 (‘’Ved, amigas, lo que hace este buen hombre; aunque nos mata, tiene gran pena de nosotras, y por eso está llorando’’). Además, también podemos observar la existencia de un polisíndeton en la línea 3 como figura retórica (‘’a veces enojos y daños en mi hacienda y en mis gentes, y cuando están ante mí…’’).
·         Plano léxico-semántico. Podemos apreciar que se trata de un texto escrito durante la Edad Media debido a la presencia de términos característicos de dicha época, como ‘’estuvieron caídas’’, ‘’vos’’… A pesar de ir dirigido a gente con pocos conocimientos está escrito con un lenguaje coloquial. 
     Una de las familias léxicas que se encuentran en este caso es la que incluye a palabras como ‘’perjudicar’’, ‘’perjuicio’’ y ‘’perjudicase’’. 
      Las palabras claves son "llorar, sufrimiento, matar…", que hacen referencia a la idea de cómo un sentimiento de dolor puede enmascarar la verdadera intención de las personas. 
     Las figuras literarias que están presentes en este nivel podemos observar personificaciones como las de las líneas 16-17 y 20-22, donde se les atribuye a las perdices unas cualidades propias de personas, como el hablar o el rogar a Dios, o el catalogarlas como sabias. Hay también repeticiones de palabras (red y redes) y apóstrofe, cuando las perdices invocan a Dios, lo que hace referencia al teocentrismo de la época. Dentro de las características de la narración, apreciamos que el narrador se encuentra en tercera persona y es omnisciente, mientras que el espacio podría ser la casa del conde y el tiempo no estaría definido. Estas características se deben a la validez de estas palabras en todo lugar y época.
     Por otra parte, dentro de la historia que cuenta Patronio el narrador sería él mismo, el espacio sería un campo cualquiera y el tiempo no está definido, aunque lo más probable es que se encuentre en pasado.
·         Plano pragmático-textual. Dentro de esta fábula habría dos historias, la que narra el criado, en la que él es el emisor y su amo el receptor (aunque podría ser cualquiera, ya que no hay un público específico), el canal es el aire, el código la lengua castellana, y el mensaje sería la moraleja del final. La otra historia sería el fragmento en sí, Lucanor contándole su problema a Patronio, este narrándole la fábula de las perdices y este escribiendo finalmente lo que le ha enseñado dicha fábula; donde el emisor sería el autor del libro, don Juan Manuel, y los receptores nosotros o cualquiera que lea la historia, el canal es un libro y el código la lengua española y las letras.
Para concluir, hemos de reafirmar que se trata de un texto perteneciente a la Edad Media, más concretamente a don Juan Manuel, su autor, quien lo publicó en 1335. Posee los rasgos que caracterizan al libro de El conde Lucanor y a todos los cuentos que se incluyen en él, ya que el tema que trata es diverso si lo comparamos con otros textos de su época y además lo enfoca desde el punto de vista de un noble, el conde Lucanor. 
El autor pretende desde un principio ofrecer una enseñanza, y es algo que consigue y que reafirma y aclara al escribirla al final de la historia; por lo que podemos decir que cumple su objetivo. 
Lo más importante de todo sería que tanto el diálogo como la narración, la realidad y la ficción, etc se ponen al servicio de la intención, resultando muy adecuada la forma para el contenido; es decir, todo el texto se construye para que la enseñanza, rasgo característico de la prosa medieval, llegue a un público amplio, de cualquier capa social o estamento, incluyendo al lector moderno.


 FCO.JOSÉ PONCE (1º BCHTO. A)

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