miércoles, 3 de abril de 2013

Nueva aventura de Peter Pan

Estoy viendo la película Descubriendo Nunca Jamás y me viene a la memoria el texto que hace días que leí. Me pareció tan bonito e interesante que lo copio y comparto con ustedes y, sobre todo, con mis alumn@s para que nunca pierdan el norte de la libertad.  Luego tocará comentarlo en clase. Ahora, disfrutémoslo.

"Morir será la mejor aventura": sobre Peter Pan y la literatura infantil

Peter
"Morir será la mejor aventura" asegura J. M. Barrie desde la voz de Peter Pan; uno de los personajes clásicos de la literatura infantil, que a más de cien años de su nacimiento sigue seduciéndonos con su discurso sobre la infancia y el tiempo diluidos –tan sutilmente que ni siquiera lo notamos –en un universo paralelo, un macrocosmos sin edad llamado Nunca Jamás .
Así es, estos temas macabros y de tintes filosóficos caben en un libro para niños, y es que la literatura infantil es a menudo refugio y oasis de los temas más socorridos, ante los cuales recurrimos una y otra vez, casi como si de un oráculo se tratara: la libertad, la muerte, el tiempo, el amor. Sin embargo, lo que la literatura infantil no ha olvidado es volver a ese lugar donde la infancia se vuelve consciente y poéticamente útil; el cumplimiento de un recuerdo desde una memoria no tan lejana. Y es gracias a este retorno al territorio de la infancia que un libro "para niños" hace las veces de principio regenerativo en nuestro imaginario, y cada fragmento que podemos recordar de El Principito de Saint Exupèry o Alicia en el País de las Maravillas de Carroll nos remiten al origen de alguna experiencia personal, o al origen mismo de las cosas, de las emociones; no por nostalgia, sino por la forma tan honesta en que la infancia cuestiona al mundo.
Sin embargo, de entre toda la literatura infantil Peter Pan se ha convertido en la definición voluntaria e involuntaria de ese lugar remoto al que llamamos niñez, el almacén de nostalgias prematuras y póstumas sobre lo que fuimos, o para terminar pronto, lo que ya no somos. Barrie no sólo nos lleva a una dimensión donde irremediablemente triunfa la infancia, sino que crea una utopía de la misma a partir de un personaje, un niño llamado Peter, eternamente negado a crecer, y habitante de un universo que da cabida a todo lo que la realidad –y sobre todo la sociedad – nos niega de frente. Éste niño tiene muchas peculiaridades, pero tal vez la más peligrosa y transgresora sea la consciencia que tiene sobre su propia infancia, Peter es la verdadera utopía, Nunca Jamás es sólo su mundo, la consecuencia de su triunfo ante una sociedad que convierte a los niños en autómatas. Pero no a él. En un gesto de independencia casi anárquico Peter decide habitar e instalarse en la infancia, perfeccionándola, creando un estado ideal de libertad, una utopía, y es entonces cuando Pan se vuelve invencible, incluso ante su propia muerte, ante la cual no teme, pues tiene la certeza de haber vivido.
Con todo esto Peter Pan ha sido para la literatura la síntesis inmejorable de lo que se entiende por infancia, en su sentido más simple y complejo, una obra tantas veces malinterpretada como vuelta a leer por el modo en que nos fascina descubrir a un niño que sabe que se es libre o no se es nada, y de un mundo que pospone y alienta simultáneamente esa libertad. Pero sobre todo – y sin duda alguna aquí radica su verdadera trascendencia – Peter Pan nos deja mirar entre líneas un momento del que alguna vez fuimos dueños, para al final, como escribió el propio J. M. Barrie "marcharnos tan contentos, portándonos como los seres más despiadados del mundo, que es lo que en realidad son los niños."
@_hipocampo_
12/03/2013

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