Somos dos hermanas.
Muchos decían que me parecía a mi familia paterna, sobre todo, a mi abuela. En mi hermana, a pesar de que dicen que somos iguales, sobresalen los rasgos maternos.
De la misma manera, en cada una domina un aspecto diferente del arte. Ella disfruta con el dibujo, como la hermana de mi madre.
A diferencia de ella, yo gusto de la poesía, como le ocurre a mi tía paterna. ¡Es increíble!
¿Será la genética? ¿Será casualidad? No importa.
Hoy traigo palabras especiales para ellas, palabras de amor verdadero y de agradecimiento por su cariño. Gracias a las dos.
Como muestra de este sentimiento, dejo aquí unos pocos versos de una de ellas.
Reflejan la añoranza de otros tiempos, lejanos ya, pero vividos con alegría.
INFANCIA MÍA
Infancia mía, ¡qué lejos te estás quedando!
¿dónde está aquel pozo?,
¿dónde está aquel patio?,
¿dónde están aquellas palmeras con aquellos dátiles colgando?,
¿y aquellas niñas al coro jugando?
Infancia mía, ¡qué lejos te estás quedando!
(Paca Cabello Colchero)
Para Margarita y Paca. Gracias.
ResponderEliminarDoy fe de que son dos personas con un gran corazón.Gracias también de mi parte.
ResponderEliminarGracias a ti.
EliminarMuy bonito.
ResponderEliminarCon las prisas de finales de curso y los acontecimientos del principio de las vacaciones no me había parado en leerlo.
Pienso que la genética tiene mucho que ver en esto de las aficiones de cada uno. En mi familia se repiten con anterioridad y posterioridad las que yo tengo. Una tía mía hablaba en poesía. Una de mis sobrinas pinta y escribe, otro sobrino tiene publicado libros, mi hijo periodista, mi peque ha escrito varios cuentos,....No creo que sean casualidades.